No me gusta la organización, porque se hace en plural
me gusta más la soledad, que anda siempre en el desborde
que no critica el desorden, que busca lo irracional
a la que le gusta explotar por el deseo de expresión
en dirección a donde sea
entregarse a la marea por el gusto de marear
y luego colisionar con otra soledad errante
a celebrar la casualidad, la coincidencia de fuerzas
después unirse en la inercia de la desorganización
el caos de la desesperación, de nuevo a la soledad...
el sentimiento en libertad y el pensamiento en reversa.
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